Naciones Unidas, 15 abr (Prensa Latina) El secretario general de la ONU, António Guterres, urgió hoy a no olvidar a los civiles atrapados en el conflicto en Sudán, una emergencia de vida o muerte que permanece en las sombras, consideró.
En una comparecencia ante la prensa a propósito del primer aniversario del estallido entre las Fuerzas Armadas Sudanesas y sus rivales de Apoyo Rápido, el alto representante definió las hostilidades como una guerra librada contra el pueblo sudanés.
«Es una guerra contra los 18 millones de personas que enfrentan un hambre aguda y las comunidades que ahora enfrentan la aterradora amenaza de la hambruna en los próximos meses» señaló al respecto.
El titular de Naciones Unidas advirtió de los recientes informes sobre la escalada de hostilidades en El Fasher, capital de Darfur del Norte, donde milicias afiliadas a las fuerzas de Apoyo Rápido atacaron e incendiaron aldeas al oeste de la ciudad, lo que provocó nuevos desplazamientos generalizados.
«Permítanme ser claro: cualquier ataque a El Fasher sería devastador para los civiles y podría conducir a un conflicto intercomunal en toda Darfur», dijo el máximo responsable de la ONU.
A la par, consideró preocupante la escalada que podría alterar las operaciones de ayuda en una zona que ya está al borde de la hambruna, ya que la ciudad siempre ha sido un centro humanitario fundamental de las Naciones Unidas.
«Todas las partes deben facilitar el paso seguro, rápido y sin obstáculos del personal y los suministros humanitarios a través de todas las rutas disponibles hacia El Fasher», remarcó.
A juicio del secretario general, la búsqueda de una solución política es la única salida al horror de los civiles que atraviesan un momento crítico.
Como respuesta, el alto diplomático pidió apoyo para un impulso global concertado para un alto el fuego en Sudán seguido de un proceso de paz integral.
«Los esfuerzos internacionales coordinados serán esenciales para amplificar la acción conjunta», aseguró al instar a continuar el trabajo en la transición democrática de Sudán, que fue descarrilada por un golpe militar a finales de 2021.
De acuerdo con cifras del organismo, la guerra iniciada el 15 de abril de 2023 en el país africano acumula más de 14 mil muertos y ha herido a 33 mil más mientras la mitad de la población necesita asistencia de emergencia.
Al mismo tiempo, la atención a la crisis enfrenta una fuerte falta de financiamiento: el Plan de Respuesta Humanitaria apenas acumula el seis por ciento de los dos mil 700 millones de dólares necesarios, y el Plan Regional de Respuesta a los Refugiados, un siete por ciento de los mil 400 millones solicitados.